Cerro Áspero '14

Arrancamos bien el viernes, con algún pequeño retraso ocasionado por un olvido.

Mucho calor en la ruta y algunas de las camionetas que lo sufrieron, pero manteniendo una velocidad crucero de alrededor de los 110 km/h sin problemas.

Buena elección de la ruta en mi opinión, sobre todo por la variante Oncativo-Río Tercero que nos dio tranquilidad, mejor promedio a pesar de los kilómetro de más... y unos embutidos espectaculares.

No llegábamos con buena luz a Pueblo Escondido, por lo que se decidió acampar junto al arroyo en un lugar excelente; una buena excusa para arrancar con un asado cabrón de primera.

Al día siguiente bajamos hasta el pueblo, parada breve y a Los Caracoles, que ya se adivinaban muy complicados. La diferencia apareció de inmediato:

las tres camionetas "enfierradas" estaban en su salsa y tenían lo suficiente como para el desafío. La Disco estándar debía pelearla mucho en algunos lugares y sufría la falta de despeje suficiente y de agarre de las AT en la piedra suelta; sin embargo, como siempre, demostró que puede lograr cosas excepcionales para un vehículo "de calle". Un aplauso.

El resto espectacular, usando a discreción los bloqueos cuando hacía falta, con sobrada potencia la Disco de Sergio y el Mamut de Beto, que se come las piedras como si no existieran.

Esta última estuvo muy al límite en algunos pasajes angostos de la huella, siempre al borde del precipicio. Divertido.

Lo más complicado estaba en la zona del derrumbe, aunque se ve que los cordobeses han trabajado mucho para hacerlo "transitable", si se puede decir (muchas gracias).

Allí es donde se trabó definitivamente la Disco y quizás estuvo nuestro error de insistir con rellenos y maniobras cuando debimos recurrir al tira-cable o una pequeña eslingada para no castigarla.

Es un límite que cuesta establecer, aún con el compañerismo y la mejor buena voluntad de todos.

Por los motivos conocidos tuvimos que dividirnos y arrancar con el Mamut para Merlo, subiendo los últimos caracoles sin problemas y siguiendo una huella que en más de una ocasión debimos encontrar con el GPS porque estaba completamente borrada por la falta de uso.

Los que quedaron más atrás deberán contar cómo hicieron para subir tan rápido con la Disco, porque casi nos alcanzan antes de llegar a la ciudad, y eso que íbamos en "emergencia".

Salvada la situación, mientras algunos acompañaban las reparaciones necesarias en un lugar especializado otros fuimos a buscar alojamiento, con mucha suerte después de varias frustraciones ya que hallamos (sin mérito) un el lugar excelente.

Tanto que al día siguiente costó arrancar. Otra vez hubo que decidir y se optó por volver por el mismo camino, cruzando las sierras por el ripio, con parada gastronómica en un lugar de primera junto a un arroyo que Sergio y Fabián supieron encontrar en las cercanías de Lutti.

El resto fue nada más que ruta sin mucho tránsito, con viento en contra que aumentó los consumos de las camionetas y llegada ya de madrugada, contentos de habernos mandado otra cabronada.

En realidad, no me queda claro si el aumento de consumo fue por el viento o por la gran cantidad de embutidos y quesos que se agregaron a la carga luego de una nueva parada en Oncativo.

Muchas gracias a todos los que compartieron esta breve travesía y supieron poner el hombro cuando hacía falta.

Relato: Adrián Fotos: Sergio

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