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Cabrón |
Registrado: Mié, 12 Oct 2011, 11:22 Mensajes: 483 Imágenes: 84
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ZAPALERIUn nombre mágico que desencadeno una gran aventura. Estábamos desayunando, algunos con pizzas y empanadas, en Purmamarca esa mañana soleada del sábado 2 de Mayo de 2015 y aunque aún faltaban 1800 km hasta regresar a Buenos Aires, este desayuno marcaba el punto de inflexión del fin de nuestra aventura. Diez días de 4x4 y montañismo recorriendo 5000 kilómetros y varias provincias argentinas. Cansados, hambrientos, polvorientos pero felices, recordábamos algunos tramos hasta que alguien nombró que deberíamos hacer el relato y me ofrecí porque en cierta manera había sido un disparador de la expedición aunque no el ideólogo. En ese preciso instante mi mente se puso en blanco y comencé a buscar por recónditos lugares de mi memoria como había nacido este viaje y cuales habían sido los momentos claves de la previa. Así como mucha gente recuerda con detalle qué estaba haciendo cuando el hombre llegó a la Luna o cuando cayeron las torres gemelas, yo visualizaba con claridad una y otra vez el momento que se gestó este viaje. Este había nacido en una charla de asado allá por 2011 en la casa de Ale Madia, cuando hacía poco habíamos realizado la Expedición Bicentenario al Cerro Vallecitos en Mendoza y su mentor, Martin “Pachi” Iglesias, ya nos bombardeaba con miles de proyectos alocados. Uno especialmente hizo en ruido en mí, llegar al punto tripartito o trifinio más alto de América, el Volcán Zapaleri, cuyo hito marcaba las fronteras de Argentina, Chile, y Bolivia. Pero eran todas las dificultades para realizar esa expedición las que más nos entusiasmaban como ese objeto de deseo inalcanzable que despertaban nuestra sed de exploración, que seguramente debe estar guardado en nuestro ADN humano y sea el mismo que impulsaron a los Colón, Marco Polo, Shackleton, Barragán, Perito Moreno, etc. Era un volcán de 5600 mts, en el medio de la Puna, sin referencias de cómo subirlo, por donde, y hacia donde no llegaban caminos. La logística implicaba varias camionetas 4x4 preparadas, con conductores expertos, con reservas de combustibles ya que necesitaríamos hacer 400 km sin reabastecimiento, llevar toda el agua posible porque no sabíamos si había para recoger. Al no haber poblaciones cercanas, además de prever nuestras provisiones, también habría que hacerlo con los desperfectos mecánicos por lo que deberíamos ser autónomos en ese aspecto. Nuestro mayor escollo en esta aventura era conseguir un grupo de 4x4 que quisiera acompañarnos, pero como montañistas no teníamos ningún punto de contacto con este universo desconocido para nosotros como eran los expedicionarios de las camionetas. Este sueño quedó casi dormido o latente hasta que en un viaje al Volcán Lanín, a fines del 2013, Fernanda y Guillermo me contaron de casualidad la existencia de los casi mitológicos Old Cabrones: un grupo de locos de las 4x4 de Quilmes del que forma parte Mario, el hermano de Fernanda, y que se animan a todo. La sorpresa y emoción de saber que de casualidad habíamos encontrado el eslabón faltante en esta evolución de la aventura me dejo helado, tanto que casi podría recordar en qué kilómetro de la Ruta 40 me lo dijeron. Aunque seguramente no fue casualidad, sino obra del destino. Después vendría casi un año de reuniones para ir conociéndonos de a poco entre los montañistas y los Old Cabrones y, sobre todo, para ponernos de acuerdo con la fecha.  Las reuniones fueron creciendo en número desde la primera oficial donde nos reunimos Pachi, Mario, Guille M y yo, Carlos, momento en que expusimos la primera idea de llegar al Zapaleri. El recorrido previo lo armarían los Old Cabrones, con toda la tecnología e investigación en mapas. Las conclusiones iniciales de estas reuniones a nivel humano fue que me encontraba dentro de un experimento, mezclando diferentes tipos de personas dentro de una situación, a modo del libro de Cortázar Los premios donde al ser movilizados personas diferentes actuaban diferente. Aunque el ambiente siempre era de camarería existía una latente desconfianza afable entre los 2 grupos. Finalmente se decidió la fecha: 24 de Abril de 2015.PREAMBULO : DE DIEGUITOS Y MAFALDAS………..O DE CAMIONETEROS Y MONTAÑISTASParafraseando el tema de Salinas, me venía a la mente como una canción: de montañistas y camioneros. Mientras salimos de desayunar y caminamos por las callejuelas típicas de Purmamarca voy mirando al grupo homogéneo de expedicionarios amigos y me cuesta distinguir los subgrupos. Por mi lado podría ser que estaban mis antiguos amigos, los actuales y los nuevos. Los antiguos eran: Martin “Pachi’’ Iglesias, reconocido en el ambiente de la escalada que había pasado al mundo de los ‘’patea piedras’’ del montanismo para llevar a cabo un ambicioso proyecto al que llamo Expedición Bicentenario. El mismo consistió en recolectar sueños de niños en una capsulas del tiempo para que 24 grupos de expedicionarios las enterraran en lugares emblemáticos y aventureros de la Argentina. Esto incluyo lugares legendarios como Antártida, Aconcagua, Cataratas, etc. Y deberán ser desenterrados en el tricentenario de la Republica. El proyecto fue todo un éxito, sin fines de lucro y no hubo participación oficial de ningún organismo, solo de carácter amateur y aventurero Además participa activamente en acciones de trabajo de carácter social en escuelas especiales y en barrios de emergencia colaborando con el Padre Pepe y vinculando la solidaridad y educación con el deporte y la naturaleza Alejandro ‘’Madioski’’ Madia, también estaba comprometido con 2 causas importantes por las cuales no duda en dedicarle tiempo robado a su trabajo y por ende no facturado. Estas son la Fundación Flexer de niños con cáncer y la Asociación de deportistas asistidos Arturo ‘’Artur’’ Diehl y yo, Carlos Cervigni, completábamos el cuarteto que acompañábamos en algunas salidas como a Vallecitos, al Volcán San Francisco, al Tolosa, al Abra de Acay o al Nevado de Famatina y conformábamos este grupo de amigos que manteníamos unida nuestra amistad en la montaña y en las pizzas de la calle Corrientes. La hija de Ale nos diseñó unas remeras espectaculares que nos identificaban Los actuales: Formaba parte Guillermo Gambardella, corredor de elite de carreras de aventura de largo alcance y ciclista de aventura que tenía en su haber participación en agotadoras jornadas como el Raid de los Andes, La Misión, el Transandes etc. siendo uno de los emblemas del gimnasio Quilmes Way donde nos hicimos amigos. Fernanda Bertoncello, novia de Guille, y médica que resultó ser una todoterreno por su niñez habituada a la patagonia en una carpa o casa rodante con sus 6 hermanos y con una capacidad física sorprendente. Nacho Gambardella, hijo de Guille y con la juventud a su servicio para las aventuras. Y yo. Los 4 habíamos organizado algunas aventuras al Lanin, Cajón del Azul, Volcán San Francisco y Barreal. Los nuevos Mis nuevos amigos, aunque ellos eran el grupo más viejo por tiempo de amistad, son jóvenes en edad El unido, compacto, organizado, solidario, autosuficiente, emprendedor y risueño grupo de los camioneteros autodenominado OLD CABRONES. La historia de ellos data de fines de los años 90 cuando un grupo de entusiastas del 4x4 compartia travesías, salidas familiares, experiencias mecánicas y por sobre todo, pasión por los vehículos de la marca Land Rover!!!. Asi fue como alla por los primeros años del nuevo milenio, Se reunian regularmente en la ribera de uilmes. Lugar donde se gestaban todas las aventuras. Luego el grupo comenzó a crecer en número y afianzarse. Lo ue rapidamente trajo aparejada la necesidad de identificar al grupo y asi nacio “OLDCABRONES 4X4”. Ellos continuamente buscaban desafíos casi imposibles para sus vehículos como salidas por nieves vírgenes, subir montanas con las camionetas como el avión de los uruguayos o corona del inca o ir a desafiar la difícil arena de la costa argentina. Tenían logo, calcos, comunicación satelital, heladeras, parrillas, disco de arado, página de internet, foro, listas especiales de teléfonos de socios por las provincias que brindaban ayuda ante inconvenientes, hasta un fondo común para gastos y reparaciones, lugares y fechas de reuniones habituales, etc. Viajaban con herramientas y repuestos para que, entre todos, casi pudieran armar un motor nuevo en el medio del desierto. Eran un batallón de Mac Giver`s Tenían una feroz y divertida interna entre las marcas Land Rover y Toyota y también manejaban a la perfección un complejo y secreto sistema de ‘’matrimillas’’ el cual nos fue revelado en una ceremonia secreta en una noche de luna llena pero nos fue vedada su divulgación a expensas de una maldición digna de Tutankamon al abrirse el sepulcro. El viento de las 4X4 los había ido amontonando y su carácter cabrón los había unido, ellos son : Guille ‘’el Turco” Malah, Mario “Marito” Bertoncello, Alberto “Beto” Muñoz , Federico “Fede” Kaisin, Jose Luis “JL” Garcia Curbello, Roberto “el Tío” Cordoba, Sergio “Ser” Gramendola, Pablo, Ariel Lopez, Roberto “Titanio” Dey, Ariel Greblo, Francisco Zeisel, Ramon Pereira, Ernesto SziniDIA CERO: JUEVES 23 DE ABRIL. SE ACERCA EL DIA D DEL DESEMBARCO DE NORMANDIAComo si se tratara de la gran batalla de la segunda guerra mundial ese día paso volando para todos en los respectivos trabajos ultimado detalles en nuestro interior mientras que nuestro exterior intentaba mostrar que estábamos muy interesados en esa reunión de trabajo, en ese cliente o con ese proveedor. Cada uno iba cargando combustible y combustible adicional, agua en bidones y cargando las mochilas en los huecos que el día daba en el trabajo o al llegar a casa La primera gran sorpresa y que, obviamente, haría mucho más extenso este relato, era que ya estábamos organizados. Por un lado los montañistas teníamos guardada la mochila armada en nuestro placar prestos a salir ante la invitación de un amigo con la ropa y bolsa de dormir para 15 grados bajo cero, las carpas, los calentadores, los crampones , las botas y estábamos preparados para vivir situaciones de aislamiento. Y por otro lado los Old Cabrones tenían las camionetas preparadas para una expedición y atentos a cualquier desperfecto mecánico, ya que habían estado en lugares inhóspitos bien diferentes desde el Amazonas hasta grandes nevadas invernales en la Patagonia pasando por la Puna. Los víveres también fueron fácil de organizar porque estábamos acostumbrados y en más de una oportunidad seriamos sorprendidos por los Old Cabrones La expedición quedo armada de la siguiente manera, por camioneta y con sus ocupantes: Desde Buenos Aires partiríamos 1 Mario con una Land Rover Discovery donde irían 3 montañistas: Pachi, Ale y Arturo 2 José Luis con una Land Rover Discovery donde iría con Roberto o mejor dicho el tío Robert 3 Sergio con una Land Rover Discovery junto con Pablo 4 Beto con una Toyota Land Cruiser, “el Mammut” junto con Federico. 5 Guillermo G con una Toyota Hylux con Fernanda, Nacho y Carlos (éramos montañistas y debutábamos en salir con un grupo de camionetas). En Chilecito nos encontraríamos con el otro vehículo que venía desde Puerto Madryn 6- Ariel con una Toyota Hylux solo, aunque después se pasaría alguno de los montañistas. Como apoyos importantísimos desde Buenos Aires brindándonos una ayuda incalculable y que no habían podido viajar estaban Guillermo ‘’el Turco’’ Malah y Roberto ‘’Titanio” Dey Los vehículos y las mochilas ya estaban preparadas esperando este momentoPRIMER DIA: VIERNES 24 DE ABRIL: ROSARIO SIEMPRE ESTUVO CERCA … O LEJOSA las 5 de la mañana nos reunimos en una estación de servicio de Bernal (Partido de Quilmes), cuatro vehículos que teníamos que pasar a buscar gente por la Av. General Paz y luego por Panamericana. Ariel alias “Astroboy” ya había salido solo la noche anterior desde Puerto Madryn y Sergio había partido desde La Plata más temprano, para esperarnos con el asado en unas cabañas alquiladas en Chilecito (La Rioja). El viaje fue accidentado por desperfectos en la camioneta de Mario, pero de a poco iban derrumbándose barreras de desconfianzas entre los grupos para unirnos más mediante un denominador común: el humor. Al primer problema que tuvimos a la altura de Campana los Old Cabrones pusieron en práctica toda su organización y en segundos compraron un repuesto por teléfono y lo hicieron traer en una moto. Mientras esperábamos, terminamos jugando a la pelota en una estación de servicio abandonada. Este tenor tendría todo el viaje, ante los inconvenientes lo intentábamos solucionar, no nos hacíamos problemas y seguíamos pensando en la travesía. Fue allí que finalmente pensé: “hemos conformado el grupo perfecto” Cuando lograban resolver un problema, apenas lo ponían en marcha, aparecía otro. Ese día logramos llegar apenas hasta Rosario donde nos alojamos en un hotel.SEGUNDO DIA: SABADO 25 DE ABRIL: CUANDO PA CHILE … CITO ME VOY……….Comenzamos el día como lo habíamos terminado el día anterior, con problemas en la camioneta de Mario. Decidimos hacer un pequeño cambio en la ruta trazada y llevamos a tiro la camioneta averiada hasta Villa Carlos Paz, la dejamos allí, nos reacomodamos en las restantes camionetas y seguimos viaje. El llegar a Villa Carlos Paz fue muy tranquilo porque tenían mucha practica en ir así y porque estábamos comunicados todos por VHF. Partimos hasta Chilecito en la Rioja y, aunque podíamos acelerar ya sin la camioneta remolcada, había mucho tránsito por un rally (Sergio lo había sufrido en los desvíos de la ruta). Llegamos aproximadamente a las 12 de la noche y comenzamos a comunicarnos con Ariel y Sergio, que habían establecido un campamento en un cerro cercano. Mandaron por teléfono las coordenadas del GPS y, casi a ciegas, nos fueron guiando para subir. Cuando llegamos no podíamos creer lo que veíamos, nos estaban esperando con una riquísima carne al disco en un campamento montado digno de una película de safari en África. Había desplegadas luces portátiles, bancos, sillas, heladeras y algunas carpas. En minutos armamos las faltantes y disfrutamos de una cena en la montaña con las luces del pueblo allá lejos y abajo. Ya estábamos todos juntos y la expedición había comenzado.TERCER DIA: DOMINGO 26 DE ABRIL . LA FIEBRE DEL ORO Nos despertamos sin mucho apuro, desayunamos tranquilos y nos movilizamos sin mucho apuro ya que sería un día de aprovisionamiento y un poco para aclimatar. Fuimos hasta el mítico pueblo de Famatina, llenamos los tanques de combustible de las camionetas, llenamos los bidones y tanques adicionales de cerca de 100 litros por camioneta, y nos aprovisionamos de agua potable cerca de 80 litros por camioneta tanto para cocinar, como para tomar y combatir los efectos de la puna. Desde Famatina comenzamos a ascender con las camionetas hasta las distintas estaciones del cable carril que lleva hasta la mina de oro “La Mejicana”.   En el camino hacia dicha mina pasamos por un gran cañón amarillo de una belleza sobrecogedora y en el camino pudimos seguir al costado de un rio amarillo por los minerales que transportaba. Y observar la curiosa confluencia con el agua cristalina de deshielo En la primera estación pudimos ver las instalaciones abandonadas, pero perfectamente conservadas gracias a una obra de ingeniería impensable para su fecha de apertura en 1904 que fue marcada por acontecimientos de política exterior. Subimos luego hasta la última estación y ahí pudimos entrar a uno de los socavones de la mina.
 La abertura estaba taponada de nieve y aunque los 4000 mts. de altura actuaban sobre nuestro cuerpo y el frio se hacía sentir, eso no impidió que actuáramos como siempre, tanto los Cabrones como los montañistas, trabajando mancomunadamente para poder explorar.
Nos metimos en las entrañas de la tierra por los serpenteantes y gélidos túneles como si estuviéramos en una película, oscuros, e iluminados por las linternas frontales que hacían estallar de brillos las paredes con restos de minerales. Y soñar que quizás se trataba de … oro. Como chicos recorrimos los túneles tenebrosos. Salimos extasiados de esta experiencia y rápidamente bajamos hasta el camino donde tomamos la ruta hacia Catamarca pasando por los pueblos de Ángulos y Campana. Como ya era de noche, buscamos un lugar donde establecer el campamento a la vera de un lecho seco de un rio. Otra vez en minutos se armó un campamento con fuego, apareció una parrilla y un rico asado en el medio de la naturaleza a tal punto que unos lugareños vinieron a observar semejante despliegue digno de alguna investigación secreta de la Nasa. Las papas fritas al disco dieron buen resultado. Como siempre todo regado con buen vino y buenos chistes del tío Robert. CUARTO DIA: LUNES 27 DE ABRIL DE 2015: LAS PAPAS HACEN LAGRIMEAR………………….CONTINUARA:::::::::::::::::::
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