Comento que Ernie ha omitido en su narración dos momentos importantes, no porque no lo recuerde, sino por su ética de caballero y amigo.
Primer Problema.
En el vadeo le erre a la entrada pensando que era todo igual y no, no era todo igual. Apenas puse la trompa me encontré con un “posazo”, si uno de esos que te hace pensar en todos los parientes del padre rio. El pozo tenía pared adelante y pared atrás, así que entro justito como para que luego todo el grupo tenga que apretarse el marote pensando como sacamos esto de aquí. La respuesta tardo apenas un par de minutos, hay que sacarse la ropa y meterse en las frías aguas. Aparecieron las eslingas - hi lift- grilletes y cables de malacate como por arte de magia. Fue un trabajo duro y extenuante, manos agarrotadas por el frio del agua y anclajes clavados en el barro, que exigían escarbar con esas manos desnudas el barro para poder usarlos. Primero la eslinga fallo y luego no uno sino no dos malacates con poleas de reenvió, mas los hi lift colocados sabiamente para levantar la cola del Defender para despegarla del barro. Esto lo repetían una y otra vez, atención que parece sencillo pero cuando hay metro y medio de agua helada, no es moco de pavo. Así los chicos cm a cm la fueron trayendo y luego de casi una hora la chata estaba afuera. Casi no participe en el rescate porque me gano el frio del agua helada y allí alguno grito: Tito sécate y ponete ropa seca. Otra vez la magia hizo que aparecieran calzones, pantalón, buzo y campera para que Tito se abrigara. Luego la llevaron a un costado donde hicieron un improvisado campamento, uno ataco el motor otro el turbo y así todas las partes donde se podría haber colado agua. El resto improviso un tendedero con sogas y a colgar todo para que se seque. La ECU fue destripada y secada a conciencia, pero lamentablemente pese a todo el esfuerzo dijo puf y no quiso más. Diez personas ni un solo reproche, ni siquiera un Que Pelotudo, solo esfuerzo y ánimos se escucharon en toda la movida. Luego al día siguiente colocar la lanza y llevarla a la rastra por senderos que de no ser por la habilidad de los pilotos, sería casi imposible de pasar. El defender con sus 33 , sin hidráulica y sin frenos es algo bastante difícil de llevar, pero todo fue sustituido con la garra de los chicos y por fin la chata llego a Barrancas donde quedo en reposo en una estación de servicio a la espera de que terminara la travesía y consiguiéramos un auxilio para traerla a Baires.
Segundo Problema. (Problemón)
Este sucedió pasados dos días del rescate.
Tito no puede cagar, si así como suena. Se me formo un bolo fecal que definitivamente era imposible largarlo por el método tradicional (agacharse y expulsar). Primer intento de solución, me tome dos hermosos medio vasos de aceite de fino oliva reservado que llevaba el Chef para las papas fritas, más sopita - más mate - mas toda el agua que podía tragar, nada no resulta. Allí salto otra idea, cambiar de entrada y meter el aceite de oliva directamente con una jeringa por el caño de escape, nada no sale. Ya sin saber que más hacer, salto Mario y hecho mano al teléfono satelital. Que tal Papa, mira tenemos un problema y como eres medico nos podes echar una mano, conto el problema y el papa medico pregunto: tienen solución fisiológica, SI – tiene una cánula, Si – Bueno calienten la solución le mandan el cañito adentro del escape diez centímetros y que espere veinte minutos sin que se escape nada y luego siéntenlo cómodamente. Uno hecho manos a la cacerola y puso a calentar la solución, otro dos se calzaron los guantes y colocaron una manta en el piso, una vez que ya estaba caliente el liquido empezó la operación destape. La puta qué momento, al encargado de evitar que el preciado liquido no escapara antes de tiempo, los veinte minutos creo que se le hicieron eternos. Luego en un bien preparado sillón, por supuesto con su correspondiente agujero, sentate Tito que nosotros te esperamos. Resulto, todo afuera. Se me caían las lagrimas, no sé si por el esfuerzo o por la emoción del trato recibido.
CONCLUCION
He escrito en una oportunidad un artículo en otro foro de la importancia que tienen los compañeros de travesía para que estas se desarrollen en un ambiente cordial y que las mismas tengan un final feliz. Allí comentaba sobre la solidaridad – entrega – paciencia que debían de tener todos los integrantes. Bien en esta, esos requisitos indispensables se manifestaron sobradamente y podemos afirmar que a Los Cabrones nada ni nadie los para. De aquí hasta el final del mundo podemos ir juntos. Hay momentos en la vida que no se olvidan, este quedara en mi memoria por siempre como un grato recuerdo.
Gracias Cabrones, somos los mejores.
_________________ Colorados Off Road - Tito Pereyra
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